En el promenade, en la cubierta 6, encontrarás otros restaurantes incluidos como el Gog House, de comida rápida, la pizzería Sorrento o el Café Promenade. También en este espacio se encuentra un Starbucks, con precios bastante similares a los de los establecimientos en tierra firme.
El Bolero, en esta misma cubierta, es un local con música salsa en directo todos los días, un lugar idóneo para aprender a bailar y conocer gente nueva.
Algo singular en el Wonder of the Seas es que está decorado con inspiración sureña. La música country, las alitas de pollo, la cerveza y el whiskey serán un habitual a lo largo del crucero, así como un enorme sombrero de cow-boy que te dará la bienvenida.
Los precios a pagar por los restaurantes especializados rondan entre los 30 y 60 dólares por persona, dependiendo de si se trata de cena o comida. No todos ellos abren a todas horas, así que consulta su disponibilidad antes de hacer tus planes.
Un restaurante que me llamó especialmente la atención fue el Wonderland. La comida es exquisita, pero sobre todo la decoración, con candelabros y muebles de época blancos y aterciopelados, me dejaron sorprendido. Un ambiente íntimo y especial. No te olvides de reservar si quieres disfrutar de esta experiencia.